Un reportaje de Paterna de Rivera
de Hartwig Berger
Este artículo sobre Paterna de Rivera lo escribí en agosto 2011 para la revista alemana „Die Kommune“. Se trata de un reportaje sobre la situación social y laboral en Paterna. El artículo fue publicado en octubre de este año. Hartwig (Juan) Berger
A Paterna, un pueblo con hoy 5.600 habitantes, llegué en el autocar de Cádiz, igual que hace 38 años, cuando estuve allí durante dos meses. Y como entonces, el autobús paraba cerquita del bar de Rufino. Rufino, un cantaor de flamenco de muy buena fama en la región. Su bar se encontraba ya en el año 1963 al lado de la carretera, cuando el pudo abrirlo gracias a algunos ahorros. Hoy, con sus 72 años todavía está llevando el local junto con su hijo mayor. Así que son dos familias, las que tienen que vivir de los ingresos. Rufino casi nunca cierra antes de medianoche y abre ya a las cinco de la madrugada, cuando cazadores y obreros suelen tomar un café y, de vez en cuando, también un coñac antes de salir. En tiempos pasados a esta hora se juntaban centenares de hombres en los bares del pueblo, antes de salir a trabajar en faenas del campo. Otros se buscaban la vida por su cuenta, recogiendo caracoles, cabrillas, cohollos o espárragos para venderlos a remitentes. Así todavía a principios de los años ochenta se podían alimentar familias completas.
Este tiempo ha pasado. Hoy los señoritos hacen trabajar casi exclusivamente con máquinas. Es muy raro que soliciten eventuales, y tienen muy pocos fijos – el aperador, algunos tractoristas y el cotero para impedir la caza furtiva. De vez en cuando buscan mano de obra para campañas cortas como la vendimia o la cosecha de verduras. Por lo menos, pagan sueldos contratados, un éxito de una larga lucha sindicalista. Y desde hace tiempo se acabó el trabajo del buscarse la vida en el campo, con los caracoles etc. Había muy pocas excepciones, como el ejemplo famoso del “Trompo”, que salía hasta Portugal a buscar espárragos para venderlos aquí. Pero, por desgracia, el Trompo murió ….
Trabajo precario
Entonces ahora, en las salidas matinales del pueblo faltan los obreros del campo. También ha disminuido fuertemente el número de personas, casi exclusivamente hombres, que trabajan en la industria de la bahía de Cádiz. Hace tres años que « General Motors » cerró su plantilla allí, desplazándola “a un lugar cualquiera en Europa del Este”. Unos dos mil perdieron su trabajo allí, entre ellos unas docenas de Paterneros. También han cerrados algunos astilleros. Hace años que no podían sobrevivir sin ayudas estatales. Para las empresas que quedan hay pocos encargos, así que necesitan menos personal y trabajan más con horas reducidas. Obreros de edad avanzada fueron prejubilados. Con huelgas, bloqueos del puente de Cádiz y otras luchas sindicalistas por lo menos se consiguieron rentas dignas. Los paterneros en su alta mayoría trabajan a contrata, es decir en condiciones mucho peores. Tienen trabajo cuando la empresa tiene encargos y son despedidos en seguida cuando las faenas se acaban.
Los tres hijos y un nieto de Rafaela Martínez por el momento trabajan en los astilleros, donde están limpiando y pintando barcos. Pero siempre con la amenaza de ser despedidos. Por lo menos se encuentran algo mejor que muchos de sus vecinos, que trabajaban en la construcción o en los astilleros y que hoy se encuentran en paro, muchos desde hace años ya. Francisco, el hijo mayor, tiene la esperanza de poder juntar un año continuo de trabajar. Entonces tendría derecho a recibir la paga de paro. Así podría continuar con obras en su casa, que su padre ya le empezó a construir en los años setenta con el dinero que este mismo ahorró trabajando en Alemania. Pero a Francisco le pone nervioso la idea de estar de nuevo parado, tanto por los problemas económicos como por sentirse inútil, pasando largos días aburrido no haciendo nada.
Durante veinte años Francisco trabajó en la construcción de las urbanizaciones de la Costa del Sol – no obstante durante todo este tiempo no pudo terminar su casa. Pero fue más prudente que muchos otros Paterneros, que compraron a credito materiales, muebles, coche y otras cosas. Ahora, estando en paro ya no pueden pagar los préstamos. En el pueblo hay muchos que temen el famoso desahucio. Y hay centenares en Paterna, que fueron despedidos a causa de la caída de la construcción en todas partes de España y la mayoría se encuentran en esta situación desde hace años ya. Antes trabajaban fuera, mayormente lejos de su pueblo, en proyectos urbanísticos, en centros turísticos, construyendo carreteras o autopistas, en la zona del litoral, en las islas Canarias o en cualquier gran ciudad. Regresaban a su pueblo y a sus familias los fines de semana si podían, muchas veces no era posible durante meses. Hoy se encuentran en su pueblo, pasando el tiempo sin trabajo, a veces con chapuzas en casa o en la economía sumergida, que hoy aún aquí es mas amplia que antes. Para la gran mayoría de los albañiles que han vuelto la paga del paro ya se acabó, los que tienen más «suerte» dependen de un subsidio de 400 € al mes si son padres de familia (en la albañilería casi no había mujeres). Así que a lo peor, si no tienen familia, no reciben nada. En el pueblo prácticamente no hay obras. Las empresas de albañilería de aquí, unas treinta y todas pequeñas, están en huelga a lo mejor, o en quiebra, a lo peor.
Para los obreros que viven en el campo andaluz la caída de la construcción es un golpe muy duro. Para muchos años, el auge de obras les servía de “red de salvación”, era una alternativa en una situación en que todos los años había menos jornales en las fincas. Además, a partir de los años sesenta la gran oportunidad de encontrar trabajo con una remuneración aceptable fue la emigración. Casí la mitad de los hombres de la familias obreras se fueron a Alemania, Francia, Holanda o Suiza, unos para pocos años, otros para muchos. Unos pocos fueron acompañados por la mujer y los niños. Si se cuenta también el trabajo temporal en el campo de Francia, la emigración de Paterna comprendía 70% de todos los trabajadores. La mayor parte de los emigrantes fuera de España ha vuelto a Paterna, mientras la mayor parte de los emigraron dentro de España, mayormente a Catalunya, se quedaron allí. Casi todos los emigrantes que han vuelto, hoy están jubilados, casi todos con una paga de la emigración muy modesta, que por si sola no basta para poder vivir.
El retorno de los emigrantes es una de las razones del fuerte aumento de la población, 2.000 mil más dentro de 40 años. Por supuesto hay otras razones, como un saldo de nacimientos continuamente positivo y desplazamientos de los pueblos de la sierra a este pueblo que parecía mas prometedor por estar situado cerca de zonas industriales y urbanas.
Hoy en Paterna, trabajar en el campo ya no tiene peso alguno y además, hay pocos emigrantes a Alemania etc., sólo los que se han quedado allí. A primera vista es sorprendente que casi se acabara la emigración a países más prósperos de la Unión Europea, tomándose en cuenta el paro tan fuerte en Andalucía y el hecho, de que en la UE ya no hay los obstáculos de antes para desplazarse, como el permiso de trabajo y el permiso de la estancia. Un andaluz, por más pequeño que sea su pueblo, es un ciudadano Europeo, con el derecho de vivir, de trabajar y de votar en los municipios de cada uno de los 27 países de la Unión. Hay un pueblo gaditano – Villamartín o Puerto Serrano – donde ayuntamiento y oficina de empleo ofrecen cursos de lengua y de preparación cultural para jóvenes que quieran emigrar a Alemania. Pero, por desgracia, esto es todavía una excepción. Hablando de Paterna, bastantes vecinos tienen familiares o conocidos, que hoy viven para siempre en Alemania o Holanda y que podrían ayudarles en encontrar un trabajo con un sueldo digno allí. Una razón de que los jóvenes no aprovechen esta posibilidad posiblemente es la falta de formacion profesional. Y por supuesto, sin carrera profesional aumenta el riesgo de no obtener más que sueldos bajos, de « dumping », de ser explotados, y eso en un país ajeno, que no conocen.
Entonces, como todos los años había menos faenas del campo y más retorno de emigrantes, más y más obreros trabajaban en la construcción, la rama económica que con la entrada en la Union Européa y una especulación floreciente se puso muy fuerte en la España de las últimas décadas. Ycon la perspectiva de un trabajo continuo y con remuneración digna muchos jóvenes renunciaron a hacer una formación profesional. ¿Por qué hacerlo, si ya se podía ganar un buen dinero siendo jovencito? Y ¿por qué cansarse en aprender en cursos y colegios calificaciones si oficios como la albañería se podían aprender practicando en casa o durante las jornadas? Igual como lo hacían sus abuelos en las distintas faenas del campo. La gran conyuntura de las urbanizaciones, los centros turisticos y las carreteras prometía sacar un buen dinero ya como joven, prometía poder levantar un casa nueva, comprar coche y muebles. Así, una gran mayoría de familias de aquí pudieron hacer una casa, siempre en parte por sus proprias manos. Claro que con el aumento de los precios del terreno las casas normalmente no son muy grandes y tienen un patio chico sin huerto. Pero a diferencia de los tiempos anteriores, las familias hoy tienen lavadora, frigorífoco, televisor y, más recientemente, climatización, esto último con altos gastos de electricidad, ya que las casas nuevas tienen mala isolación contra el calor y el frío, al contrario de las casas antiguas. Y casi cada uno, cuando es adulto, tiene un coche.
El paro generalizado, hoy por hoy, es de nuevo el destino sufrido de los pueblos de Andalucía, consecuencia de la caída de la construcción, la agricultura sin trabajo y la falta de alternativas en la economía regional. A nivel nacional, en cuestión de paro, Cádiz tiene la triste fama de ser la provincia con el “farol rojo”, la retaguardia de toda España. En la estadística de abril de 2011, de los 10 pueblos de España con el paro más alto, ocho son de Cádiz. Paterna de Rivera figura con un 28% de parados registrados, uno de los tres últimos pueblo de España. Peor sólo fueron Barbate y Ubrique.
Además hay que darse cuenta que „registrados“ son únicamente los que reciben una paga del paro. Si se acabó la paga – o si, como todos los solteros, no reciben ningún subsidio y por esto no se apuntan – para la estadística no cuentan como “parados”. Visto así, en Paterna el paro de verdad, como en toda Andalucía, es mucho más alto que los 28% registrados. En los sindicatos del pueblo se estima que la mitad del pueblo está parado.
Vivir sin tener trabajo
En Paterna, como en otros pueblos de Andalucía, muchos hombres y mujeres se han apuntado a la rama agrícola. El motivo es una regla que los sindicatos han conseguido con su lucha desde hace años. En las zonas con latifundios, en Andalucía como en Extremadura, el paro endémico existe desde hace tiempo y se empeora con la expamsión de la mecanización. El empleo comunitario ya existía durante los años de la república y fue renovado en los primeros años del cambio hacia una democracia. Finalmente el gobierno de Felipe Gonzalez cumplió con su promesa de introducir la cartilla agrícola. Desde entonces cada jornalero o jornalera apuntado a la rama agrícola recibe un subsidio de paro, hoy por seis meses, a condición de haber cumplido por lo menos 35 peonajes en el campo.
La “cartilla” ofrece unos ingresos modestos, una ayuda sobre todo para la jornalera. Para Juani y María Pilar antes era altamente difícil ganar algo para poder vivir. María Pilar tenía que trabajar en casas de familias en una capital. Vivía allí bastante solitaria y muchas veces aburrida, corriendo el riesgo de una depresión. Con la cartilla agríola y su experiencia de trabajar en el campo, adquirida ya de niña con su padre, pudo volver a la casa de su familia. Con el trabajo eventual en cultivos de verduras puede juntar los días que dan el derecho de paga durante el tiempo del paro. En este tiempo María Pilar ayuda en la casa, practica deporte, hace una formación en informática y se divierte leyendo libros. Su hermana Juani añade la cartilla a algunos trabajillos que encuentra de vez en cuando. Las hijas de la familia Fernández – otro ejemplo – van al la fresa en la provincia de Huelva y a la vendimia en el marco de Jerez. Esto y el pago de la cartilla les da un fundamento, aunque no suficiente, pero con ingresos semejantes de sus novios o maridos, les basta por lo menos para vivir sin pasar hambre. Pero la cartilla también es fuente de una posible explotación, por ejemplo cuando los que no han cumplido todavia los 35 días, tienen negociar su sueldo con algún señorito, aperador o campesino.
La economía “informal” representa otra solución parcial aunque no suficiente al problema del paro tan extendido. Un ejemplo es la horticultura de muchas familias, que se ha ampliado en las últimas décadas. Algunos cultivan en trozitos de tierra que han arrendado, otros labran en las antiguas cañadas la tierra común que se encuentra al lado de carreteras y veredas. Se utilizan tablones usados o planas de plástico para encercar los huertecitos. De vez en cuando combinan el cultivo con la crianza de gallinas, pavas o cabras. Juan Orihuela por ejemplp tiene trabajo a contrata en condiciones fuertemente inseguras. Entonces, con su familia está criando una buena piarra de cabras y vende la leche a una quesería. Otros se meten en la crianza de cachorros de caza para venderlos después. O críando gallinas, perdigones etc. en los techos de sus casas. Además se puede hacer negocio con hurones para la caza.
En los alrededores de Paterna hay mucha caza de recreo a la que acuden forasteros con dinero, mientras que la mayoría de los cazadores del pueblo lo hacen por necesidad, para amejorar la situación de la familia. Cazan – frecuentemente en condiciones bien difíciles – conejos para venderlos. Fernando Aguilar, que hoy es pensionista, antes podía vivir de la caza que hacía a medias con fincas en los alrededores. Los cortijos grandes entonces tenían uno o más cazadores. Hoy los señoritos prefieren dar el derecho de caza a gente o a grupos que vienen de afuera y que lo hacen para divertirse. Además, la intensificación de la agricultura tiene por consecuencia, que haya menos terreno con maquis, matorros, montes no cultivados etc.
Viento del futuro
¿Hay alternativas y hay posibilidades para disminuir el paro masivo, en Paterna de Rivera como en otros pueblos de su vecindad? En la política, sobre todo en el PP y entre economistas neoliberales de España, se propone mucho renovar la rama de la construcción «por las narices», es decir, terminar con las restricciones contra la burbuja immobiliaria que decidió el gobierno Zapatero (aunque demasiado tarde) en el año 2007. Esta es una promesa vacía, si no peligrosa en un país donde hay casi un million de pisos no vendidos, donde hay tantísimas residencias turísticas en un litoral urbanizado – y destruido – en la mitad ya, donde ya sobran carreteras y autopistas en un paisaje bastante vulnerado por la ola del betón y donde las clases obreras y medias, muchos amenazados de desahucios, no tienen los ahorros para pagar un piso. No es inteligente continuar con un tipo de economía que condujo a la crisis y a las deudas excesivas que padece España. Lo que hace falta en Andalucia es una industria con ramas diversas y un tipo de economía que tenga futuro. En el mismo Paterna, en los primeros años después de la dictadura en círculos obreros se discutía mucho como se podrían levantar fábricas en el campo. Que la industria vaya a dónde vive la gente en vez de que ellos tengan que emigrar a donde están las fábricas. En Paterna, como en casi todos los otros pueblos del campo, no hubo intentos serios o eficaces de atraer alguna industria. En Paterna hace poco – y demasiado tarde – se empezó con un polígono industrial, en el cerillo, por desgracia en los comienzos de la crisis actual.
Desde el terreno del polígono, aún vacío por completo, hoy se puede ver una veintena de molinos eólicos, en un rincón favorecido por los vientos casi contínuos, muy a menudo fuertes, del mar Atlántico. En conjunto, Paterna esta rodeada de unas 70 eólicas. Hasta hoy no dieron mucho trabajo en el pueblo, porque el personal calificado venía del Norte de España, empleados de la empresa de allí, Iberdrola. Sin embargo, jprecisamente las energías solar y eólica dan una perspectiva laboral para jóvenes de los pueblos de aquí. Andalucía tiene un potencial enorme para utilizar las energía inagotable del sol, del viento y del mar – y se podría hacer muchísimo más para explotarla. Dentro de la Unión Europea, España del Sur podría volverse en un centro de transformación de energías renovables en electricidad, para abastecer así toda la demanda de la región y además transportarla, con una red conductora especial que casi no pierde energía por el camino , a otras regiones de España y de Europa. Además, con el estrecho de Gibraltar se encuentra aquí el mejor sitio para combinar el transporte de energías solares y eólicas de Africa del Norte con las de la Unión Europea. Así que el futuro económico de Andalucía está, entre otras cosas, en atraer la industria e investigación de energías renovables, y para ello dar impulsos con muchas más iniciativas de explotación de estas energía aquí mismo. Por ejemplo, hay astilleros en la bahía de Cádiz que son capaces y están dispuestos a construir y manejar los fundamentos para eólicas del mar. Por desgracia, hasta hoy la adjudicación de permisos estatales para implantar eólicas en el mar no está reglamentada.
Doy un ejemplo: En la provincia hay el proyecto llamado “las Cruces del Mar”, que según mis informaciones pretende instalar 132 aerogeneradores frente a las costas de Chipiona, Sanlúcar y Rota, con una capacidad de 396 megavatios. Con esta capacidad se podrían producir anualmente 1.600.000 megavatios y con ellos aprovisionar de electricidad por lo menos por lo menos Jerez de la Frontera, posiblemente Sanlúcar también. La construcción de estos molinos daría, según estimaciones de la comisión Europea, 1.600 puestos de trabajo (por supuesto, no únicamente en la provincia), sin contar con el trabajo de gestionar los molinos. Y además se evitaría una gran cantidad de gases de invernadero nocivos al clima.
La juventud de Paterna, y más estando en paro, necesita una formación profesional que le podría dar un futuro en el mundo del trabajo. En Paterna, igual que en muchos otros pueblos de Andalucía, hay un centro de promoción profesional, en el que se ofrecían cinco cursos en el verano 2011. Aunque los cursos son gratuitos, hubo poco interés, sobre todo por parte de hombres jóvenes. Esta región, como ya he dicho, puede ser un centro de energía a nivel europeo. Sin embargo, un curso de electrotécnica, que se ofreció en un otro pueblo de la comarca La Janda (Casas Viejas), tuvo que cerrar por falta de interesados. En cosas de formación laboral hay una actitud muy extendida de pasividad.
Vida familial y publica
Las inseguridades generalizadas favorecen más la unión familiar. Se espera que cada miembro de la familia entregue sus ingresos, si los tiene, para mantener a los que no tienen. También hay mucha ayuda entre primos, cuñados, padrinos etc. Cuando uno puede procurar un trabajo o un negocio, primero suele avisar a familiares. Y los jóvenes, aún siendo adultos y solteros o solteras, en su mayoría siguen viviendo en la casa de los padres. Si tienen novio o novia, pueden vivir también con ellos. Las normas de la vida sexual hoy son mucho más tolerantes que en los años de la dictadura. Sin embargo, las mujeres siguen llevando la carga del trabajo casero y de la crianza de los niños. Esta división de trabajo injusta es fortalecida por las grandes dificultades que tienen las mujeres para encontrar un trabajo asalariado. Por lo menos, el trabajo casero es menos solitario que en las grandes ciudades. En el círculo familiar frecuentemente hay visitas, la relación de madres y sobre todo hijas es mucho más intensa.
La vida pública de hoy tiene menos ambiente e intensidad que antes, con la excepción de las fiestas populares. La vida cotidiana ha cambiado. Hay más gente que se queda en sus cuatro paredes en vez de salir o de pasear por las calles. La famosa puerta abierta del campo Andaliuz hoy mayormente esta cerrada. Durante los fines de semana y en tiempo de verano hay muchos que salen a las playas. Los paseos tradicionales hoy están mucho menos acudidos, la juventud prefiere ir al cine, a discotecas o movidas en las ciudades de afuera. Coches para poder salir hay bastantes. En el pueblo hay aproximadamente treinta bares, pero con bastante menos visitantes e ingresos, a causa del paro generalizado. Muchos de los parados se quedan en casa prque no tienen ingresos o para no gastar su poco dinero. Y los ancianos, con lo poco que cobran como renta, van preferentemente a los centros de tercera edad, jugando allí al tute o al dominó, o bien se sientan al sol o a la sombra, según el tiempo, en las plazas y esquinas.
También en estos malos tiempos los Paterneros saben celebrar fiestas públicas como la romería, la feria, la semana santa, el carnaval y las navidades. Y los toros en las calles, como al final de la semana santa. Esta corrida muy popular es conocida a nivel regional. Además hay dos asociaciones de fútbol, cuyos equipos principales juegan en la competición regional, y hay varias asociaciones culturales, como el centro autogestionado «El Alcaucil». Esta última tiene muchas actividades como estrenos del cante flamenco, grabado discos de flamenco, presentación de teatro, charlas sobre temas como la represion falangista en el pueblo, campañas para enverdecer el pueblo, para conservar casas, techos históricos o artesanías antiguas. Publica una revista que ya lleva más de cincuenta ediciones, con artículos sobre historia, cultura popular, poesía del pueblo, recuerdos, homenajes a ciertas personas, biografías y ensayos críticos sobre la vida y la política de hoy. La asociación, que tiene más que 200 afiliados, ha abierto un nuevo centro hace algunos años, financiado en parte por el fondo regional de la UE.
Desde hace unos 25 años el ayuntamiento de Paterna está dominado por el PSOE, mientras que el PP prácticamente no estuvo presente hasta en las últimas elecciones, las de mayo 2011. Por la memoria de las atrocidades de los falangistas y de los años negros de la dictadura, se votaba a partidos de izquierda o con fama de ser de izquierda. El ayuntamiento se comprometió sobre todo en urbanizar el pueblo, que antes fue muy del campo, p.e. con pocos árboles. Se aprovecharon, entre otras cosas, los fondos regionales de la Unión Europea. Plazas nuevas y escaleras en colinas, pavimentación, paseos con árboles, zonas de recreo para niños, pequeños parques, centros de formación, placas memoriales y de homenaje, promoción de actividades culturales y deportivas, como la caballería fueron algunos de los resultados.
A pesar del gran bajón del sector immobiliadrio a nivel nacional, el ayuntamiento está fomentando un plan para una gigantesca urbanización. En medio del campo se levantaría un gran complejo con hoteles, sanatorio, campo de golf, pisos y casas para veraneantes y para gente con dinero. Quieren adornarlo con lagos artificiales, aunque nos encontramos en una región con pocos arroyos que además son muy pequeños y desecados durante el verano. El ayuntamiento ha fundado una sociedad mixta con una empresa imobiliaria de poquísima publicidad, que reside en Marbella. Ubicada en un lugar conocido por aspectos muy negativos de la especulación immobiliaria no puede dar demasiada confianza. La realización del proyecto tendría una extensión casi igual a la del casco de Paterna y está prevista en terrenos de labor, donde muchos campesinos tienen fincas pequeñas. Desde hace años la única actividad visible de la sociedad encargada de realizar este proyecto consiste en dibujar los planos y en intentar expropriar a los proprietarios de los terrenos, con indemnizaciones que éstos no ven como adecuadas. Mientras se van gastando los fondos del pueblo en el sueldo de los empleados de la sociedad y con los costos de la planificación.
Como en muchos de los pueblos de la provincia, el ayuntamiento de Paterna está endeudado, las deudas suben a varios milliones. Se encuentra en una situación crítica, aunque está mejor que p.e. en Jerez con su deuda de 900 miliones euros y el riesgo grande de no poder pagar los intereses de todos estos créditos. Y también está mejor que otros pueblos como Barbate y La Línea, que ni saben como pagar los sueldos de sus empleados.
Desilusionados de la política
¿Cómo se ven en Paterna la crisis, los recortes sociales y el paro generalizado? En el pueblo hay una mezcla de pasividad, resignación y amargura. “Estamos imensamente decepcionados de Zapatero y los suyos”, comenta un jornalero, hoy pensionista. «Han cortado los ingresos de los pobres sin tocar los de los ricos. Han cortado nuestros pensiones. Junto con mi mujer aún me basta para poder vivir, pero así ya no puedo ayudar a mis cinco hijos. Ellos están parados desde hace tiempo y no saben cómo mantener sus familias. ¿Me preguntas si voy a votar? Esto no lleva a ningún lado. Ten por que seguro no votaré al PSOE y por supuesto tampoco al partido de Rajo, he pasado los años duros bajo Franco, cuando sus antecesores estaban en el poder”.
Muchos, si no la alta mayoría, piensan que la clase política es incapaz y corrupta, que está siempre buscando privilegios y ganancias. “¿No has leído lo que han hecho en el ayuntamiento de Jerez, con los gastos exagerados y los salarios muy altos? ¿O en El Puerto, donde el alcalde destituído y sus colaboradores van a jucio por la segunda vez ya? Les acusan de ser corruptos, de haber recibido dineros a cambio de dar ilegalmente permisos de construcción, así me explica un obrero que trabajo en la bahía de Cádiz.
La decepción por la política aun no lleva a protestas en la calle. Además, el PSOE salió también en las últimas elecciones municipales como partido mayoritario, aunque muy justo, mientras la IU, siendo izquierdista, solo subió de uno a dos concejales. Sin embargo, el movimiento “Democracia Real Ya”, que empezó en Madrid el 15 de mayo, también tiene resonancia en Paterna. Se formó un círculo activo de jóvenes, que hicieron una occupación simbólica y restringuida de una plaza y que intentan vigilar estrechamente la política del ayuntamiento. Los sindicatos con raíces en el campo – CCOO, UGT y SOC – aun tenían sedes locales en los años ochenta. Pero están cerradas desde hace tiempo, salvo la de UGT, que tiene un local con el PSOE. A pesar de todo el paro y el empeoramiento económico por lo visto no ha habido asambleas públicas, manifestaciones, ocupaciones, bloqueos etc. Ciertamente, es difícil organizar protestas colectivas si el sector dominante del paro es la construcción, si las empresas y los sitios de de trabajo perdidos se encuentran afuera, bastante lejos y si muchas de las empresas que despidieron están en quiebra. Los trabajadores de los astilleros sí que tenían y siguen teniendo lucha, años antes consiguieron así más salario y un poco más de derechos en caso de despido. En etsta acciones obreras los de Paterna siempre participaron – pero, por supuesto: no en su pueblo.
Para terminar voy a hablar del trabajo del campo, que por ahora tiene un futuro con poca esperanza, sin hablar de los gran peligros de erosión y de desertificación que hay con una agricultara demasiada intensa y productivista y con un cambio climático que especialmente para el sur de España es muy peligroso. En las actitudes hacia el campo en Paterna hay inconsistencias y contradicciones remarcables, sobre todo entre personas, que antes trabajaban en el campo. “El trabajo allí era lo último. Trabajábamos tanto, casi hasta caernos muertos, nos trataban como ganado y el sueldo no bastaba ni para quitar el hambre. Los señoritos nos han sacado el sangre”, así lo explicaba Frasquitín, el Niño de la Cava, que se nos fue para siempre hace algunos años. Pero el mismo Frasqúitín, como Rufino sugue haciendo hoy mismo, en muchas coplas cantaba sobre lo bonita que era el el campo en tiempos pasados y sobre el orgullo de los jornaleros que sabían mucho de las faenas del campo y que resistieron a este duro trabajo. Y que con él, aunque con sueldos de miseria, dieron de comer a todos. Con su nostalgia El Niño de la Cava no estaba solo. Un grupo en “El Alcaucil” p.e. está preparando una ópera popular sobre la vida y el trabajo de antes en el campo, comentando sus aspectos negros y blancos. De esta pieza de teatro, antes de salir yo de Paterna, Rufino me canta unas coplas sobre el campo de antes. Claro, es parte du su pasado, de su juventud, con memorias buenas – y otras bastante oscuras.